Puesta a punto de la bici de carretera (I)

Me he puesto manos a la obra de puesta a punto de la bicicleta de carretera, que lleva un porrón de años parada, no recuerdo cuándo fue la última vez que la usé pero calculo que sería antes del año 2002, que es cuando me mudé a Burgos y sé que no la llevé. Siendo optimistas, lleva parada unos 22 años la pobrecilla.

Es inevitable que cada temporada, tras ver las etapas más interesantes del Tour, Vuelta o Giro, me entran unas ganas locas de salir a la carretera y subir puertos pero necesitando la bici una puesta a punto el gusanillo se me va yendo y pasa otro año en la que se va consumiendo, como dice mi padre, las máquinas hay que usarlas o se estropean. Y tiene toda la razón.

La bici, una de marca Zeus que no se si sigue existiendo, la compré a mediados de los 90, como salto cualitativo a la bici de carretera que había estado utilizando hasta ese momento, una Peugeot heredada de un tío mío. Esa bici a su vez era una evolución de un Orbea que me también había heredado de mi padre, que la había comprado de segunda mano así que podemos decir que la Zeus era la primera bici que yo estrenaba.

En realidad, no es cierto, cuando tenía menos de 10 años ya estrené una bici de paseo, una Orbea verde pero eso era de niño, fue la bici con la que jugaba en el barrio con los amigos. Una bici que usaba como si fuera una de bicicross, para dar saltos y hacer el cabra, como todo el mundo. Se acabó partiendo el cuadro pero mi padre me lo soldó.

También estrené una bici de montaña, una Mendiz super pesada, que sigue por ahí, en Burgos. Indestructible y que me ha llevado mil veces al Vivero unas por hacer bici y otras para jugar a frontenis en los años de universidad, con Juancar, y Óscar.

Pero con estos matices, sí es la primera bici de carretera (o de corredor) que estrenaba. Por lo que recuerdo rondaba unas 70.000 pesetas (420€) pero no recuerdo la tienda donde la compré. Imagino que gran parte de la inversión vino de mis padres, en esa época yo estaba empezando la Uni y no tenía ingresos regulares. Mi hermano y yo sacábamos dinero con copias de CDs, ayudando a configurar PCs para ver el plus y poco más y parte de lo que ganábamos era para reponer las grabadora de CDs o actualizar nuestro PC. Tengo por ahí todavía carteles impresos que poníamos para captar clientes que quisieran copias de CDs. Eran unos tiempos interesantes, a ver si algún día hablo de ellos ahora que han prescrito.

Por ahora, volviendo al grano. La Zeus, no se exactamente cuando la compré pero sí se que en 1997 me acompaño a lo que llamamos subida a Larrau que hicimos unos cuantos amigos, entre ellos Unai con quien solía salir a dar paseos por carretera (y que casi nunca llegaba a tiempo). En 1966 fue el año de la mítica pájara de Indurain en el que podría haber sido su sexto Tour de Francia. Pájara le dio en la etapa que llegaba a Pamplona y que pasaba por Larrau. Esto nos impactó muchísimo a nosotros que seguíamos el ciclismo con muchísimo interés y más a Indurain, quien nos había hecho pasar grandes momentos. Un ídolo, sin duda alguna. Tenía un poster suyo en la carpeta, tenía sus gafas Bollè que me regalaron en su día….

Tanto nos llamó esa etapa y tanto el puerto Larrau, que era un puerto no tan conocido como otros colosos pirenaicos que a Unai se le ocurrió que podíamos organizar una etapita y así lo hicimos. Revisando fotos veo que salimos 6 pero no recuerdo los nombres de todos, aunque se quienes eran. Unai, Javi, Gabi, Raúl y dos que no recuerdo. Ya me vendrán, por ahora a uno lo llamamos Jaime (me quiere sonar que sonar que se llamaba así) y al otro Óscar -creo- (hizo Telecos y se fue con Vodafone a las antípodas, le perdí la pista). Unai, Óscar y yo nos conocíamos de COU, estudiamos los tres en Maristas, en la plaza nueva de Bilbao. Javi y Gabi eran amigos de Unai, estudiaban con el en Deusto. Jaime era también amigo de Unai pero no lo recuerdo muy bien si también estudiaba en Deusto. Creo que con el he estado dos veces, una aquí y otra que fuimos en bici de Bilbao a Trespaderne, me quiere sonar que tenía casa allí. Buena pechada nos metimos ese día.

Todo el equipo en Erroimendy

Esto me acaba de hacer recordar que Unai tenía una amiga en Vitoria a la que quería enamorar y un día se le ocurrió que podía darle una sorpresa si llegaba en bicicleta desde Bilbao… y le acompañé. Fue bonito, es de las pocas veces que Unai fue puntual a la salida y además con motivación suficiente para subir Barazar como no había subido un puerto nunca (yo de coña le llamaba Clave, por Claveyrolat, un escalador de la época). Unai era aficionado en aquellos tiempos a los bollicaos, lo que tampoco ayudaba.

Llegamos muy bien a Vitoria, unos 60 kilómetros. La amiga vivía por el centro y allí nos fuimos, con tan mala suerte que no debía estar o si estaba no tuvo a bien salir a saludar con lo que a Unai se le bajó el subidón y la vuelta, pese a ser casi siempre cuesta abajo, fue bastante penosa.

Volviendo a Larrau, los 6 fuimos de Bilbao a Isaba, donde comenzaríamos la vuelta. Habíamos alquilado dos coches, con matrícula de Madrid nos los dieron, los conducirían Javi y Gabi que eran los encargados de la logística, nos acompañarían como coches de equipo durante la etapa por si teníamos problemas. Cosas que recuerdo del viaje en coche a Isaba: descubrimos las rotondas en Pamplona, vaya locura. Casi ni sabíamos usarlas y dimos más de una vuelta adicional. También descubrí y fui por primera vez a un KFC y recuerdo que no me gustó demasiado. En Isaba dormimos en una especie de alberge, por lo menos creo recordar que tenía literas. También estuvimos en el bar del pueblo. No tengo recuerdos sumamente detallados pero sí se que nos movieron los coches a pulso y los cruzaron en la carretera para que la Guardia Civil nos diera para el pelo. Nos dijeron que era porque pensaban que éramos de Madrid, por las matrículas. Maldita la gracia.

Pero vamos al día de la excusión, no tengo el recorrido exacto en mente, si encuentro los CDs con backups de los correos de los años 90 es posible que tenga la oportunidad de recuperar detalles. Me lo apunto. Empezamos subiendo Belagua, que es un puerto muy sencillo para empezar, además con energía en las piernas y con el cuerpo pidiendo caña. Ahí cruzamos la frontera y entramos en Francia. Por aquí fuimos recorriendo carreteras con unos paisajes preciosos, acercándonos a Larrau. De este puerto diré que es el más duro que he subido nunca, tanto por longitud como por pendiente. Llegamos ya con unos cuantos Kms en las piernas y, aunque sabíamos que era duro, hacer 15km de subida con rampas encadenadas de pendientes elevadísimas, sin apenas descanso fue un suplicio. Un dolor de piernas y espalda digno de mención. Pero mereció mucho la pena. Después de ahí casi todo era ya bajada excepto por un puertecillo que para nosotros también era como un coloso antes de llegar a meta.

Unai y yo, abrigados tras coronar.

Una pena que no se haya conservado una página web que tenía en Geocities en los 90 donde relaté la aventura de Larrau con más detalle.

En fin, todo esto para introducir el tema de que quiero poner a punto la bici con la que subí Larrau. Ahora, después de haber escrito lo que he recordado más ganas me están entrando de subirme en la bici, ponerme en forma e ir a escalar montes.

Lo primero es cambiar las manetas de freno y cambio que están rotas, o bloqueadas por el desuso. He mirado algún tutorial en youtube y he desmontado una pero no he conseguido grandes avances así que he comprado unas manetas en Aliexpress por 34€ las dos. Pone que son compatibles Shimano así que deberían ser válidas. Si todo va bien, la semana que viene llegarán y las montaré. Tengo que revisar cubiertas y las cámaras, lo mismo están picadas y tengo que reemplazarlas. Luego limpieza general de los cambios y cadena, engrase de lo que pueda engrasar y cruzar los dedos para que esté funcional. Esa es la parte fácil según el plan. La complicada es calzar culote y botas y empezar a salir. Esto va a ser duro, el años pasado retomé la bici de montaña por un mes y la primera salida fue terrible. Paso a paso. Seré uno de esos globeros que no dudábamos en señalar en mis años mozos. La vida da muchas vueltas.

Iremos informando.